lunes, 25 de octubre de 2010

Oreste Omar Corbatta

"¿Sabés por qué no podían sacarme la pelota? Porque ella no se quería ir de mi lado. Otras cosas sí me sacaron, pero la pelota no."

La frase es de Oreste Omar Corbatta, uno de los mejores punteros derechos de la historia del fútbol argentino. Para los simpatizantes y cronistas que lo vieron jugar fue el mejor número 7 que recorrió la línea de cal. Los que no tuvimos el placer de verlo jugar sólo sabemos que era un tipo parco, de pocas palabras. Uno de sus apodos era "El loco", quizás porque con quien mejor se llevaba era con la número 5: a ella sabía hablarle, conducirla, acariciarla. Capaz de las gambetas más imprevisibles sobre la punta derecha, jugó en Racing Club durante las décadas del '50 y el '60. Es uno de los ídolos máximos de la historia racinguista, club en donde conquistó los campeonatos de Primera División de 1958 y 1961. Aunque también fue campeón en Boca en el '64 y el '65, sus mayores proezas, en cuanto a calidad y goles marcados, se produjeron entre 1955 y 1962 jugando para "La Academia". Luego de jugar en Boca, se fue a tierras colombianas donde también brilló con su talento inigualable.

En la selección nacional, formó parte de una excelente delantera donde jugaban Humberto Maschio, Antonio Angelillo, Enrique Sívori y Osvaldo Cruz. Tanto talento junto, ordenados por Néstor "Pipo" Rossi en la mitad de la cancha, se transformó en un espectáculo de excelente juego y goles durante el Sudamericano (hoy Copa América) de 1957. Con los "Carasucias", como los llamaban a los integrantes de aquel seleccionado argentino, conquistó ese torneo que se jugó en Lima. Esa delantera se encargó de hacerle varios goles a nuestros tradicionales rivales (4-0 a Uruguay y 3-0 a Brasil) y Corbatta volvió locos a los marcadores de punta izquierdos que no sabían descifrar sus enganches, frenos, pisadas y demás locuras que nacían de sus pies.

También salió campeón con Argentina en el '59, aquel torneo continental que se jugó en Buenos Aires, luego del fracaso del Mundial de Suecia de 1958. Lamentablemente, la delantera del '57 se desarmó cuando Sívori, Angelillo y Maschio se fueron a jugar al fútbol italiano. Corbatta se quedó sin sus grandes compañeros y fue el mejor de aquel seleccionado que quedó eliminado en primera ronda y que se comió un 6-1 frente a Chescolovaquia. "El loco" fue el único jugador que marcó un gol durante los tres partidos: en las derrotas frente a los chescolovacos y alemanes y en la victoria ante Irlanda del Norte. Es una lástima que solamente haya jugado ese único mundial. Y pensar que jugadores como el "Piojo" López jugaron dos mundiales... Y eso que sólo hacía dos gambetas cada cuatro partidos, mientras que "El loco" se divertía varias veces durante esos encuentros que un "7" y un "3" tienen en distintos momentos de un match. Y eso que Corbatta jugaba medio escabiado a veces.     

El alcohol, el abandono por parte de la dirigencia futbolística de Racing y sus problemas económicos lo fueron hundiendo de a poco. El olvido de la persona, pero no del ídolo en la memoria colectiva de los amantes del fútbol, es una película vimos en varias oportunidades en el fútbol. Algo parecido le pasó a otro puntero derecho de endiablada gambeta como Corbatta: al fenomenal Garrincha. Oreste Omar murió a los 55 años en 1991. Una calle aledaña al estadio de Racing lleva su nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario